San Antonio Hool y su Historia

Restaurar no es solamente el acto de recuperar una obra humana para ponerla al día con el presente. Es también un acto de amor y una manera de establecer una relación más armónica con el tiempo. Ofrecer tiempo, imaginación y recursos para la restauración de cualquier cosa, supone una busqueda legítima a través de la nbuestra memoria se ennoblece y toma forma.

En los principios, las piedras, las columnas, las escalinatas y los salones de San Antonio Hool, quedaron voces y rumores que ahora podremos escuchar para tener la perspectiva de un tiempo y de un espacio que está más allá del sueño y de nuestra imaginación. Aquellas voces y rumores se mezclarán con las nuestras y con las de los hombres y mujeres del porvenir, para ofrecer el coro de lo que somos, de lo que fuimos y lo que seremos.

El nombre San Antonio Hool hace referencia a San Antonio de Padua. El toponímico Hool de la hacienda es de origen maya y significa hoyo o concavidad en la tierra. Este apelativo es debido a que era muy común entre los mayas prehispánicos que un rasgo o marca de la naturaleza fuera el motivo para nombrar un lugar, sin embargo, se puede traducir también como puerta o acceso.

El origen de las haciendas lo podemos encontrar en las “estancias” que se establecieron preferentemente donde ya existía presencia indígena o conocimiento del lugar de parte de los nativos. La “estancia” fue la institución agraria y sustento económico del Yucatán colonial, basada en la ganadería durante los siglos XVII y XVIII y, generalmente, podemos decir que fue el establecimiento precedente de toda hacienda en Yucatán. San Antonio Hool, a través de su historia y evolución, confirma este hecho.

La segunda mitad del siglo XVIII fue el período inicial dentro del cual muchas estancias o sitios de ganado transitaron hacia su conversión en haciendas mixtas, eventualmente denominadas también “haciendas de campo”, donde se combinó la producción de maíz fundamentalmente, con la ganadera que ya existía en las estancias, aunque también muchas de ellas producían azúcar y miel, entre otros productos. Un siglo más tarde, hacia el fin del siglo XIX, numerosas fincas rurales culminaron en haciendas dedicadas a la actividad henequenera.

San Antonio Hool, desde el período colonial y durante casi todo el siglo XIX, fue una hacienda ganadera y agrícola que tuvo múltiples procesos de compra y venta en diversos momentos de su devenir según registros históricos, con sus respectivos gravámenes hasta concluir el período colonial en la segunda década del siglo XX, siendo el propietario más antiguo de quien se tiene conocimiento el brigadier D. Roque de Alpuche, en el año de 1683.